Con una concienciación cada vez más clara en cuanto a la necesidad de apostar por energías renovables a la par que eficientes, en los últimos años se ha producido en España y en toda Europa un rápido crecimiento de las calderas de biomasa. En ese sentido, incluso la legislación para nueva construcción obliga a que cierto porcentaje del agua caliente sanitaria sea calentada a partir de energías renovables, algo que ya explicamos en el blog. Pero más allá de cumplir con ese mínimo obligatorio cada vez son más los cliente que buscan una solución no sólo más ecológica, sino también más eficiente y que, por tanto, suponga también un ahorro económico. En ese sentido hoy hablamos de la biomasa y más específicamente de los pellets.
¿Qué son los pellets?
La biomasa que se utiliza como combustible no va más allá de ser pellets (serrín prensado de manera natural), huesos de aceituna, cereales o casi cualquier residuo orgánico. En el caso de los pellets, al no tener que emplear una madera específica sino que su generación se realiza a partir de los restos de tratar maderas (ramas, costeros y el propio serrín), no sólo no supone una mayor tala de árboles, sino que implica que el aprovechamiento de la madera talada sea mayor. De hecho, la industria española (un mercado en el que el pellet está empezando a desarrollarse) sólo se aprovecha el 35% de la madera acumulada, mientras que la media europea ronda el 61% merced sobre todo a la implantación de la biomasa de manera generalizada. Supone, por lo tanto, un aprovechamiento mayor de los recursos naturales.
Lo que supone una caldera de biomasa
Como sucede en casi todas las soluciones renovables el desembolso inicial que conlleva instalar una caldera de este tipo es algo mayor que en el caso de las soluciones más tradicionales como puede ser el gasoil. Además, hay que contar con que es necesario el espacio para albergar un depósito para el pellets y que requiere de un mantenimiento más constante. Sin embargo, ese coste inicial se recupera en un período que difícilmente superará los dos años.
Para hacerse una idea del ahorro basta comparar lo que cuesta un litro de gasoil (86 céntimos según la media de los últimos años) y dos kilogramos de pellets (51 céntimos), que vienen a generar la misma cantidad de energía. Es decir, a nivel económico supone un ahorro de en torno al 40%. Si en vez de pellets se opta por soluciones como las astillas de madera, los mencionados huesos de aceituna u otras biomasas el ahorro sería incluso mayor, aunque también es cierto que es el pellet el producto que mayor rentabilidad energética conlleva.
6 comentarios para la publicación “Caldera de biomasa : ahorro y eficiencia energética con biomasa”
José Luis Farto Martínez
No quiero ser agorero, pero la verdad es que por parte del usuario tiene un mantenimiento que no hay que desdeñar, no solo refiriéndome al gasto sino al trabajo de limpieza y se puede pasar de depender de los señores del petroleo a los señores del bosque.
Creo que es mucho más rentable las apellidadas «Termia»
Manuel
Hola: tengo una casa de 105m2utiles y quiero instalar una caldera de pellets,de ke potencia necesitaria (8 radiadores) Un saludo y gracias
Gloria Sanchez
Yo tengo gas natural y sr me averia muchisimo la cal dera dicen que por la cal del agua.
Con una de las suyas tendria el mismo problema???.
Saludos.