Si hace unos días hablábamos en el blog de los distintos suelos de interior que se colocan habitualmente en las viviendas más modernas, ahora toca dedicarle un artículo al suelo que más se está empleando en soluciones exteriores y, en ocasiones, en interiores. No tanto en porches y terrazas sino más habitualmente en accesos desde la calle tanto para personas como para vehículos. Se trata de un material que tanto a nivel estético como técnico ofrece un gran número de soluciones y, sobre todo, ventajas frente a otros materiales de exterior.
Pavimento impreso, la solución para exterior
Habituados a las tradicionales baldosas o adoquines en los caminos de entrada que con el tiempo se acaban descolocando y perdiendo lustre, el hormigón impreso viene a homogeneizar y hacer que perdure el diseño original. La capacidad para conseguir texturas y formas que a la perfección transmiten lo mismo que materiales tradicionales es el principal valor de este tipo de pavimentos. Además, al prescindir de juntas hace que la porosidad del suelo disminuya, lo cual, sumado a las resinas que se aplican sobre el suelo a la hora de la ejecución dan lugar a un material muy resistente y con una gran longevidad sin alterar su aspecto.
Cómo se ejecuta el hormigón impreso
A la hora de llevar a cabo un solado de hormigón impreso la ejecución, frente a otras soluciones, se lleva a cabo a mayor velocidad requiriendo una menor mano de obra. El paso inicial es la realización de una plancha de hormigón al estilo tradicional. Con el cemento fresco se proceded a añadir el colorante en polvo y, de la misma manera, se imprime con moldes el diseño deseado, ya sea una imitación de baldosas, ladrillo, un tono rústico o un tono industrial, etc. Finalmente se aplica la mencionada resina que aporta resistencia a los agentes que puedan provocar la degradación con el paso del tiempo. La versatilidad y capacidad de adaptación de este material es realmente único dando un empaque estético y práctico a la altura que cualquier otra solución, superando incluso a muchas de ellas.
Una alternativa sin duda rentable y, sobre todo, versátil a los suelo de toda la vida. Un material que aporta soluciones solventes y resistentes que se adaptan a todos los estilos posibles, desde el más moderno al más clásico.