Suelo Radiante

Suelo Radiante

El suelo radiante es una calefacción que básicamente se constituye de una red de tuberías en la solera de mortero, justo por debajo de la superficie sobre la que se pisa. Una red de agua caliente alimentada por una caldera. El calor pasa de las tuberías al suelo y aquí se traspasa al ambiente de manera uniforme. Una de las principales características del suelo radiante es que se necesita de una menor temperatura para mantener un ambiente cálido respecto de otros sistemas de calefacción.

Historia del Suelo Radiante

El suelo radiante lleva varías décadas impuesto en los países del norte de Europa, en España comenzó a implementarse a principios de los años 80, entre otras cosas debido a las tendencias arquitectónicas que buscaban combinar espacios amplios y diáfanos con ambientes claros, despejados y sobre todo acogedores. Pero el suelo radiante no es ninguna novedad. En el siglo XIII antes de de Cristo se utilizaba un rudimentario sistema de calefacción por el suelo en Anatolia (Turquía Asiática). También los romanos optaron por este sistema a partir del 80 antes de Cristo, empleando conductos dispuestos en el pavimento por los que circulaban los gases calientes de hogueras para tal fin, aunque principalmente se utilizaban en los baños llegaron a instalarse en alguna vivienda. En nuestro país, especialmente en algunos pueblos de Castilla existían las antiguas «glorias«, algunas de las cuales aún se mantienen en funcionamiento. Consistían en una cámara de aire que se dejaba debajo del pavimento de las habitaciones. Por esta cámara se hacían circular los gases procedentes de un hogar situado más abajo, con lo que se calentaban las habitaciones. Los afortunados campesinos que podían disfrutar de esta rudimentaria calefacción en los fríos días de invierno, tenían la sensación de «estar en la gloria».

Características de las calefacciones por suelo

Existen varias características que definen a un un sistema de calefacción por el suelo:

  1. El suelo radiante requieren una temperatura media de 30 Cº a 40 Cº, frente a los 80 Cº a 90 Cº  que necesita una instalación tradicional de radiadores. Esta baja temperatura reduce las pérdidas de calor en las tuberías generales, y permite que se empleen fuentes de calor (calderas, u otros dispositivos que producen energía térmica para calentar agua), que generan agua caliente a baja temperatura y ahorran energía, tales como bombas de calor y paneles solares.
  2. Temperatura uniforme por toda la superficie, no existen distinciones entre diferentes zonas de la vivienda, una sensación agradable por toda la casa, calor suave y uniforme.
  3. Podrás liberarte de los incómodos y antiestéticos radiadores, no tendrás aparatos colgando de las paredes.
  4. Olvídate del molesto polvo y de la suciedad que provocan los radiadores, un sistema mucho más higiénico y menos intrusivo.
  5. El aislamiento de la solera, añadido al triple aislamiento de una casa de madera, impide que el calor y los ruidos (aislamiento termo-acústico) se escapen de la vivienda, provocando un ambient mucho más cálido.
  6. La temperatura que alcanza un suelo radiante oscila entre los 24 Cº y los 28 Cº, permitinedo a los más pequeños de la casa poder jugar en el suelo sin riesgo de coger frío.
  7. Otra ventaja importante para la salud es que no reseca el aire. Al no calentar el aire, sino los materiales y objetos de la vivienda, no se pierda la humedad natural del aire en el ambiente. se evitan molestos problemas respiratorias invernales causados por las calefacciones.
  8. El suelo radiante puede instalarse sobre todo tipo de solados, ya que no requiere de altas temperaturas, no siendo así perjudicial para la gran mayoría de los materiales empleados en suelos.
  9. Como único inconveniente, podría decirse que el suelo radiante es un sistema que tiene más inercia térmica (se calienta más despacio), que los tradicionales. Antes de emitir calor a la habitación debe calentar toda la masa del suelo. Por  tanto, no es recomendable para lugares que no requieran de un sistema de calefacción muy rápido. Por ejemplo, no es adecuado calentar por suelo radiante un chalet de fines de semana a no ser que se disponga de un sistema a través del cual se pueda activar horas antes la calefacción.
Calefacción por suelo

En resumen, son muchas más las ventajas a los inconvenientes dentro del suelo radiante y destaca sobre todo el ahorro energético, que suele estimarse entre un 15%  y un 20% respecto al tradicional. Si a esto le sumamos el aislamiento de una casa de madera canadiense el resultado final puede traducirse en ahorros de consumo por calefacción entre el 60% y 70%.

Por último, os dejamos con un video que muestra el proceso de instalación del suelo radiante en una casa de madera Canexel.

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